Ls la nueva joya del fútbol argentino. Gerardo Martino, entrenador de la selección, dijo que esperaba que Paulo Dybala, goleador de Juventus, fuera el "estandarte" para los Juegos Olímpicos. "Prefiero tener a Dybala en los Juegos. Iba a ser suplente en una competencia y es mejor tenerlo en la otra", dijo. Sin embargo la cita olímpica no forma parte del calendario internacional de la FIFA. Y por más que el jugador tenga menos de 23 años, los clubes tienen derecho a negar su convocatoria. Es decir, la Argentina no tendrá a Dybala ni en un certamen ni en el otro.
"¿Ahora vas a pensar en los Juegos Olímpicos?", le preguntaron en la zona mixta después de conquistar el bicampeonato con Juventus (Serie A y Copa Italia). El argentino, no sin cierta incomodidad dijo: "No tengo permiso", en declaraciones a Directv, también reproducidas por el portal calciomercato.
El atacante agregó: "Tenía la esperanza de ir a la Copa, porque desde hace un mes me comunicaron que no tengo permiso para ir a los Juegos Olímpicos. Esperaba por lo menos ir a la Copa, pero hay que respetar las decisiones del entrenador. No es fácil armar un plantel con tantos jugadores de las mismas características. Lo siento, pero Juventus no me ha dado permiso".
Martino eligió a Gonzalo Higuaín, máximo goleador del calcio, con 33 tantos, y a Sergio Agüero, segundo en la tabla de artilleros de la Premier League, con 23 conquistas. Esa fue la explicación que dio para no incluir a Dybala en el equipo que participará en la Copa América del Centenario, que comenzará el 3 de junio próximo.
Dybala, de 22 años, tiene edad para ingresar en el equipo sin utilizar una de las tres plazas de mayores de 23 años que permite el Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, el torneo no es un certamen oficial del calendario oficial de la FIFA.
La Argentina conoce bien esa historia, ya que Lionel Messi pasó por una situación similar en los Juegos de Pekín 2008, cuando Barcelona se negó a darle participación. La disputa llegó al TAS (Tribunal internacional de Deportes), que falló en favor del club. Más tarde, Messi pudo jugar porque llegó a un acuerdo con Joseph Guardiola, pero el conjunto catalán no tenía la obligación de cederlo.
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